En la Semana de la Mujer, desde METRICA queremos recordar y reivindicar el papel de un grupo de pioneras que transformaron para siempre el mundo de la tecnología. En nuestra última publicación en redes sociales hablamos de ellas, pero su historia merece ser contada con más profundidad.

¿Quiénes fueron las Top Secret Rosies?

Durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército de Estados Unidos reclutó a un grupo de matemáticas con el objetivo de realizar cálculos balísticos esenciales para el desarrollo de armamento. Más tarde, este mismo grupo fue el responsable de programar el ENIAC, la primera computadora electrónica de propósito general, desarrollando métodos que sentaron las bases de la programación moderna.

Estas seis mujeres fueron las protagonistas de este hito tecnológico:

  • Betty Snyder Holberton
  • Jean Jennings Bartik
  • Kathleen McNulty Mauchly Antonelli
  • Marlyn Wescoff Meltzer
  • Ruth Lichterman Teitelbaum
  • Frances Bilas Spence

Un legado invisibilizado

Las Top Secret Rosies desarrollaron herramientas y metodologías que aún hoy se utilizan en el desarrollo de software, pero su trabajo quedó en la sombra durante décadas. Entre sus principales contribuciones destacan:

✔️ Desarrollo de las primeras bibliotecas de rutinas y aplicaciones de software.
✔️ Establecimiento de prácticas de programación que siguen vigentes en la actualidad.
✔️ Mejoras en la precisión de cálculos balísticos, clave para la victoria aliada.

A pesar de su impacto en la informática, sus nombres fueron omitidos en gran parte de la historia oficial y solo en 2010 su labor comenzó a recibir reconocimiento con el estreno del documental “Top Secret Rosies: The Female ‘Computers’ of WWII”.

El talento no tiene género

El legado de las Top Secret Rosies es una prueba de que la tecnología ha sido construida, en parte, gracias al talento femenino. Sin embargo, la historia ha tendido a invisibilizar estas contribuciones, perpetuando la brecha de género en el sector IT.

Desde METRICA, creemos en la importancia de visibilizar referentes femeninos y en la necesidad de seguir impulsando la igualdad en el ámbito tecnológico. Porque reconocer el pasado es el primer paso para construir un futuro más diverso, inclusivo e innovador.